Cuarentena con Chano Domínguez, por Fernando Trueba

Chano Domínguez ha hecho un recorrido muy coherente hasta establecerse como uno de los nombres del jazz contemporáneo español e internacional. Las experiencias pioneras de Pedro Iturralde y su jazz flamenco, las experiencias posteriores de Chick Corea, y los tanteos, coqueteos, despistados de jazzistas extranjeros con el flamenco le precedían.
Pero Chano puso el jazz y el flamenco a sonar juntos de una manera natural. Encontró el flamenco latente que había en Monk y lo que el flamenco podía aportar al jazz. Su primer disco, Chano, con el maravilloso trío que formaban Chano, Javier Colina y Guillermo MacGuill, y también el seminal Diez de Paco, con Jorge Pardo, fueron dos primeros pasos fundamentales.
MÁS INFORMACIÓN
Desde entonces Chano no ha cesado de profundizar su lenguaje, convirtiéndose en un habitual de la escena jazzística europea, americana… Sin dejar de frecuentar a sus cómplices naturales, entre ellos Martirio, con quien ha realizado discos preciosos.
Me encanta el Chano que trata los clásicos de folklore español y latino (‘La Tarara’, ‘El toro y la luna’, ‘’Gracias a la vida’…) como los standards de su personal jazz. Quizá porque así fue como le descubrí en aquel primer disco que, si la memoria no me engaña, me regaló Gabino Diego…