El Palau presiona al Camp Nou en el ERTE del Barça

Queda el fútbol. Al Barcelona le falta llegar a un acuerdo con la plantilla del primer equipo para tramitar de forma consensuada el ERTE que pretende aplicar el club de manera retroactiva desde el próximo 14 de marzo y que se extenderá mientras dure el estado de alarma por la Covid-19. Las negociaciones se mantienen abiertas, y hay discrepancias entre los propios futbolistas, pero a favor de la junta juega que las secciones profesionales han asumido ya la rebaja propuesta por la junta de Bartomeu. El Palau presiona al Camp Nou.
Durante este sábado, los cuatro capitanes de las secciones profesionales azulgrana – Ante Tomic (baloncesto), Víctor Tomás (balonmano), Aitor Egurrola (hockey patines) y Sergio Lozano (fútbol Sala)- se significaron en las redes sociales para evidenciar la predisposición de sus compañeros a rebajarse el salario. Se sabe también que los juveniles, el femenino y el filial verán reducido su sueldo un 30%. Pero queda por resolver qué ocurrirá con el primer equipo de fútbol, cuyas nóminas y masa salarial –ocupan el 61% de las partidas de los gastos del club- disparan los problemas económicos de una directiva que ya pidió en el pasado reciente ayuda a fondos extranjeros para paliar las urgencias.
La primera sección en exhibir su acuerdo con los recortes salariales fue el baloncesto. “El coronavirus nos hace parte de un equipo mucho más grande que el Barça. Para alguien que tiene la suerte de ganar tanto dinero, no es un acto heroico renunciar a una parte, en comparación con lo que están pasando las personas que ganan menos”, escribió Tomic en las redes sociales. Un gesto que no es baladí porque los jugadores se enfurruñaron con la directiva y hasta con su líder Nikola Mirotic (con el salario más amplio de todos con diferencia), pues cerraron de forma privada su quita para después tratarlo de forma grupal con el equipo. Tomic, en cualquier caso, dio el carpetazo con su mensaje.
También lo hizo Tomás, que al inicio de febrero anunció que abandonará el equipo al acabar el curso debido a un problema cardíaco. “En momentos tan complicados como este, en los que muchísima gente lo está pasando mal de verdad, y teniendo verdaderas dificultades para encarar su futuro a nivel económico, creo, a título personal, que no se puede hacer otra cosa que apoyar al club y ayudar en lo que haga falta para superar entre TODOS un momento tan complicado”, se arrancó el capitán de balonmano; “el club ha ido siempre de cara expresando la situación real que vive la entidad y las acciones que se deben emprender para salir hacia delante. NADIE me ha presionado para dar mi Ok al club”.
Un mensaje acorde al que escribió Lozano: “Estamos pasando momentos muy duros a nivel social y lo que verdaderamente me importa es que esto acabe pronto. Lo de menos es lo nuestro y si podemos ayudar al club, está claro que lo haremos”. Misiva que también envió Egurrola a través de las redes sociales: “Desde el primer momento se nos comunicó la propuesta de reducir nuestros salarios, entendí la situación y comparto que, ante las necesidades del club que tanto nos ha dado, es el momento de hacer un esfuerzo. No creo que se trate de un acto heroico ni digno de mención, simplemente se trata de aplicar el sentido común y de aportar mi granito de arena en una situación tan complicada para la sociedad y en la que está en juego la viabilidad económica del club”.
Ahora solo falta que la plantilla del primer equipo de fútbol alcance un acuerdo con la directiva. Se sabe que la propuesta del club es la reducción del salario del 70% -“porque nos regimos por la proporcionalidad y si podemos evitar tocar los sueldos de los mileuristas, mejor”, resuelven desde las altas esferas del club-, pero por el momento no todos en el camerino están de acuerdo, pues hay diferencias notables entre los salarios en una escala salarial bien definida. Una negativa que el club podría saltarse y aplicar las medidas de forma unilateral con la aprobación del departamento de Trabajo, por más que todos mantienen que se alcanzará el punto de encuentro. El club espera resolver el entuerto en dos días.