Casado rechaza apoyar las nuevas medidas económicas excepcionales por falta de diálogo
El respaldo del PP a todas las medidas, planes, decretos y actuaciones aprobadas hasta ahora por el Gobierno ante la crisis del coronavirus ha llegado hasta aquí. “La lealtad no es patente de corso ni cheque en blanco porque hay cosas que se pueden y deben mejorar”, argumentó este lunes el líder del PP para justificar su oposición a los últimos dos reales decretos anunciados por el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
El PP rechaza, sobre todo, el planteado este domingo, y conocido esta madrugada, por el que se fija el cierre prácticamente total de la actividad salvo para tareas esenciales. Casado reprochó a Sánchez que haya adoptado esas importantes decisiones sin dialogar, sin pactar, sin citar a los dirigentes de los demás partidos para cotejar su posición. El PP cree que el coste del cierre de casi todas las empresas lo debería afrontar el Estado y no los empresarios.
Pablo Casado, además, lanzó algunas acusaciones contra la influencia que podría estar teniendo en el Gobierno su socio de coalición. “No entendemos la deriva del Gobierno de España a las tesis de Podemos”, abundó Casado y atacó en particular un tuit del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, en el que, según su criterio, amenazó con posibles expropiaciones a sectores fundamentales de la actividad productiva.
“No vamos a apoyar estos reales decretos si no se modifican”, explicó el líder popular, que demanda al Ejecutivo que negocie y cambie algunos aspectos “para que la economía no se resienta”. Casado entiende que el plan del Gobierno de exigir a las empresas que paralicen totalmente su actividad, sigan pagando sus nóminas sin ingresar nada y no puedan despedir a sus empleados no tiene viabilidad: “El coste no puede recaer en las empresas sino en el Estado, porque si no, no salimos de la hibernación. El Estado debe establecer mecanismos de liquidez para que las empresas no cierren”.
Casado añadió que el plazo de las prestaciones acordadas para empresas y trabajadores no puede concluir, como está previsto en uno de los decretos, el 10 de abril, cuando acabe la prórroga actual del estado de alarma, sino que debe prolongarse más en el tiempo. También se mostró de nuevo a favor de que se aplique ya a las empresas más afectadas una bajada de impuestos, exenciones fiscales y eliminación de cuotas a los autónomos: “A ingresos cero, coste cero”. También planteó que se retrase el cobro de impuestos.
La intervención del líder del PP fue dura. Los periodistas le preguntaron varias veces en la rueda de prensa telemática, en directo y sin filtros, si estaba exigiendo también alguna dimisión o responsabilidad a los miembros del Ejecutivo. Casado no quiso este lunes entrar en este terreno y apuntó que ya llegará ese momento. El objetivo de su comparecencia era explicar cómo en esta situación tan crítica, con la cifra de afectados y muertos por la Covid-19 en sus tasas más altas, el PP opta finalmente por desmarcarse de los últimos decretos aprobados este fin de semana por el Consejo de Ministros. Casado entiende que el presidente debería haber llamado antes a los partidos de la oposición, “para salir juntos, con las comunidades autónomas, los agentes sociales y sin una agenda ideológica radical”.
Lo que también intentó Casado fue diferenciar el apoyo dado por el PP a las medidas sanitarias o de seguridad decretadas de las que afectan a la economía, contra las que se posicionó muy en línea con el malestar detectado también este fin de semana en la patronal CEOE y en los autónomos.
Casado no pidió dimisiones, pero sí responsabilidad y más eficacia y transparencia. El líder del PP tampoco se atrevió a cuestionar las posiciones más férreas adoptadas por algunos de sus socios europeos, como los que están en el poder en Alemania y los Países Bajos, que Sánchez sí ha cuestionado abiertamente en sus últimas intervenciones: “Buscar enemigos exteriores está muy gastado en España, Europa somos todos, no hay que buscar falsos responsables, hay que ser influyentes”. Casado no se decantó ni por los eurobonos, ni por los “coronabonos” ni por otras medidas semejantes: “Habrá que debatir en el futuro mutualizar o iniciativas de solidaridad, pero sin hacerles culpables [al resto de los socios de la Unión] de nuestra imprevisión”. El líder popular, además, reniega de la tesis de Sánchez de que esta crisis es simétrica, es decir, para todos igual, sin fronteras ni mapas: “No nos ha pillado a todos igual”, ha dicho.
Casado destacó, como hizo el miércoles pasado en el Congreso, que la crisis “no va bien”, que no está habiendo una “lealtad recíproca” por parte del Gobierno. Se refiere a lo que considera insinuaciones dirigidas a las autonomías gobernadas por el PP o a las actuaciones y recortes emprendidos en el pasado por Ejecutivos populares. Los periodistas han preguntado varias veces este lunes al dirigente del PP si se había sentido engañado por el presidente Sánchez. Casado ha explicado que hace una semana, en una de las dos conversaciones que ha mantenido en este tiempo con Sánchez, este le comentó que no se iba a cerrar económicamente el país porque no sería bueno y que si llegaba el caso, sería conveniente contar con el apoyo del PP. Sin embargo, dijo, Sánchez no le ha llamado y este fin de semana ha optado por cerrar la actividad casi total del país, por lo que el dirigente del PP concluye que o se le mintió entonces o se le oculta algo. Y defiende que en esa situación están también la mayoría de los presidentes autonómicos, a los que tampoco se les habría facilitado toda la información.
Casado aprovechó algunas preguntas para insinuar que tanto la oposición, los agentes sociales, como los medios de comunicación están tratando al Gobierno de una manera privilegiada, trato que no recibieron en su momento los Ejecutivos populares ante pandemias o escenarios críticos. Casado apuntó que ahora los agentes sociales y los ciudadanos tienen prohibido manifestarse por las calles y los medios “se han conjurado con generosidad y responsabilidad para fijarse en lo positivo”.
Críticas de Ciudadanos
Inés Arrimadas, líder de Ciudadanos, también ha lanzado las primeras críticas al Gobierno este lunes, después de la “improvisación” que asegura domina al Ejecutivo, como ha dejado en evidencia, en su opinión, el decreto que ordena la paralización de todas las actividades no esenciales. Arrimadas ha cargado contra la “incertidumbre” que el Consejo de Ministros ha generado en los españoles por la tardanza en publicar el decreto en el BOE, al filo de medianoche. “Muchas familias estaban ayer con el corazón en un puño”, se ha quejado. “En un momento como este el Gobierno tiene que dar seguridad jurídica, tranquilidad y certidumbre y es lo contrario de a lo que hemos asistido en estos últimos días”, se ha lamentado Arrimadas.
Ciudadanos está de acuerdo con el cierre económico total, y en los últimos días había venido reclamando al Gobierno que evaluara si era necesario endurecer las medidas para tratar de frenar la curva de contagios. Pero Arrimadas cuestiona que el cierre se adoptara sin “consenso” con las fuerzas políticas, así como con los agentes sociales –los sindicatos sí han respaldado la decisión– y reclama una reunión del Gobierno con la oposición para consensuar el alcance, ya que luego los partidos tienen que validarlas en el Congreso. En todo caso, a diferencia de Casado, Arrimadas no ha apuntado a dejar de apoyar los decretos del Gobierno, aunque sí ha pedido más consenso.
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