El PP vuelca su oposición en la comisión del coronavirus del Congreso
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, en su comparecencia última la comisión de Sanidad del Congreso.Pool Efe / GTRES
El PP no ha conseguido crear una comisión permanente de seguimiento de la crisis del coronavirus en el Congreso, para escuchar, analizar y cotejar con el Gobierno la respuesta a la pandemia, pero quiere convertir la comisión de Sanidad, la única que funciona en el parlamento, en el foco donde volcar su labor de oposición. El presidente Pedro Sánchez ofreció transformar esa cita en una sesión de explicaciones periódicas, y este jueves el ministro de Sanidad, Salvador Illa, volverá a comparecer allí, pero los populares quieren y exigen más. Han pedido que vayan a esa comisión, además y por ahora, la ministra de Hacienda y portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, y también la de Igualdad, Irene Montero.
Al PP no le agrada nada el sistema de ruedas de prensa diarias y con filtros montado por el Gobierno en La Moncloa. Querría un trato bilateral y privilegiado entre el presidente y su líder, Pablo Casado, y más explicaciones y transparencia, pero en el Congreso. Desde el 14 de marzo, cuando se decretó el estado de alarma, los populares han registrado más de 500 iniciativas en el Congreso, sobre todo preguntas, proposiciones no de ley, de ley, peticiones de comparecencias de Sánchez, sus ministros y de documentos.
La Mesa del Congreso se reunió este martes virtualmente y calificó (aceptó) algunas de esas demandas, como las explicaciones de Illa, aunque aún no las de las otras ministras por meros trámites parlamentarios. Se aprobarán la mayoría pero la mayoría progresista pondrá más problemas para las de Sánchez. La Mesa sí asumió así cuatro convenios internacionales remitidos por el Gobierno, tres proposiciones de ley de grupos parlamentarios, 20 no de ley en Pleno, 97 proposiciones no de ley en comisión, 12 preguntas orales en comisión, 1.252 preguntas al Gobierno para respuesta escrita, 192 preguntas a la Corporación RTVE, 53 solicitudes de informe y las citadas comparecencias.
En el Senado, el malestar del PNV, uno de los socios claves del Gobierno, por la falta de margen para paralizar sectores económicos como la industria pesada, clave en Euskadi, además de por no haber sido consultado ni tener capacidad de decisión, pasó este martes de las palabras a los hechos. Los nacionalistas vascos forzaron en la Mesa del Senado la convocatoria de la Comisión General de Comunidades Autónomas, que el PP pedía para debatir las medidas contra el coronavirus. Su representante, Imanol Landa -el PNV está en el órgano, de siete miembros, gracias a que les cedió un puesto el PSOE al inicio de la legislatura- rompió el empate entre socialistas y populares en una reunión que se alargó tres horas. La propuesta pasa ahora a la comisión, presidida por el socialista Manuel Cruz, que tiene que convocar la mesa de esa comisión, que puede ser telemática, y ahí se fijaría la fecha. Fuentes del Senado indican que no hay ningún plazo límite.
El PNV justificó su apoyo a la propuesta del PP, que se produjo después de las peticiones sin éxito del lehendakari Iñigo Urkullu de modular el parón de la actividad industrial, porque quiere una gestión de la crisis “más coordinada y acordada” y considera que “no tiene sentido que el Senado esté paralizado en una situación como la actual” si se garantiza la salud de sus representantes y el personal de la Cámara Alta. Fuentes del partido nacionalista argumentaron que la comisión se convertirá en un foro que “facilita intercambiar una mayor y mejor información de las medidas que se están tomando, tanto para poder trasladarlas a las políticas de los diferentes ámbitos como para informar a la ciudadanía”, informa Pedro Gorospe.
El portavoz del PP, Javier Maroto, celebró que saliera adelante su propuesta de convocar de urgencia la comisión en la Cámara Alta. El dirigente popular solicitó que sea “a la menor brevedad posible y siempre respetando las medidas sanitarias exigidas”. El respaldo del PNV al PP causó alerta en el PSOE. La vicepresidenta primera del Senado, la socialista Cristina Narbona, argumentó que consideran innecesaria la comisión debido a que el Gobierno ya “rinde cuentas” en el Congreso con las comparecencias semanales del ministro de Sanidad, Salvador Illa. “Es una reunión de control al Gobierno al más alto nivel porque el ministro es quien en este momento ejerce la máxima responsabilidad respecto a las decisiones del conjunto del Gobierno”, observó.
La que no volvió a prosperar este martes en la Mesa del Congreso fue la iniciativa de ERC, respaldada de nuevo por PNV, EH Bildu, JuntsxCat, BNG y Compromís, de demandar la creación de una comisión de investigación sobre las presuntas irregularidades de cuentas en el extranjero del rey emérito, Juan Carlos I. La mayoría de la Mesa, en este caso los siete miembros del PSOE, PP y Vox, rechazaron otra vez esa propuestas, que sí respaldaron los dos componentes de Unidas Podemos en ese órgano. El argumento para no aceptar esa comisión se apoya en informes de los letrados de la Cámara que sostienen que las Cortes no pueden controlar al rey.