Boeing da por terminado su acuerdo con Embraer para crear una filial conjunta

Un empleado pasa ante de la factoría de Boeing en Everett (Washington, EE UU), el pasado martes.Un empleado pasa ante de la factoría de Boeing en Everett (Washington, EE UU), el pasado martes.Elaine Thompson / AP

La compañía aeronáutica estadounidense Boeing ha anunciado este sábado que da por concluido su acuerdo con el fabricante brasileño Embraer para crear una empresa conjunta sobre la que recaerían las operaciones comerciales de esta última. El pacto, acordado en el verano de 2018, incluía el desembolso de 4.200 millones de dólares (unos 3.900 millones de euros, al cambio actual) por parte de Boeing para controlar el 80% de las acciones de la nueva compañía. La fecha de término para que ambas firmas cumplieran con las condiciones establecidas y pusieran en marcha la filial conjunta expiraba la pasada medianoche. El fabricante estadounidense, sin embargo, considera que Embraer no ha cumplido con su parte del acuerdo y lo da por roto.

En un comunicado difundido por las redes sociales, Boeing señala que la fecha término podía ser prorrogada por cualquier de las partes “si se cumplían ciertas condiciones”. Pero la compañía “ha ejercido su derecho a terminar [con el acuerdo] después de que Embraer no satisficiera las condiciones necesarias”. “En los últimos meses hemos tenido negociaciones productivas pero finalmente no exitosas sobre las condiciones insatisfechas del tratado de acuerdo”, explica en esa nota de prensa Marc Allen, el presidente del Embraer Partnership & Group Operations, la división encargada de la fusión de ambos negocios por parte del fabricante estadounidense.

“Hemos llegado a un punto en el que continuar la negociación en el marco del acuerdo de fusión no va a resolver los problemas no resueltos”, añade Allen. Sin embargo, dos fuentes conocedoras de la situación, citadas por la agencia Reuters, han indicado que Boeing mandó una carta a Embraer para extender el plazo más allá de la pasada medianoche, pero la compañía brasileña rechazó esa prórroga. La ruptura no afecta a la empresa conjunta de ambas compañías que se encarga de la fabricación de la aeronave militar C-390 Millennium.

El acuerdo, que contaba con el visto bueno de los reguladores nacionales pero estaba pendiente de una investigación de competencia de la Comisión Europea, fue la reacción de Boeing a un movimiento similar de Airbus y Bombardier. El fabricante aeronáutico europeo, gran rival del estadounidense, se asoció con el canadiense a finales de 2017 para la producción conjunta de los modelos de aviación regional. Fruto de aquel acuerdo, y por el precio simbólico de un dólar, Airbus rescataba la Serie C de Bombardier y nacía el rebautizado como A-220, toda una amenaza para la hegemonía de Boeing porque su contraparte europea entraba con fuerza en un nuevo segmento del mercado. Fue entonces cuando los estadounidenses se aproximaron a Embraer, gran rival de Bombardier en la fabricación de modelos regionales, para intentar absorber su negocio. Pero la maniobra ha resultado fallida dos años después.

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