Los primeros lanzamientos de Unicaja, Andorra y Valencia: más trabajo de limpieza que deportivo
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Con el horizonte del 31 de mayo como fecha marcada por la ACB para reanudar el campeonato con una fase final de 12 equipos o cancelar definitivamente la temporada, el Unicaja fue el primero en anunciar su protocolo de regreso a la actividad este lunes. Andorra y Valencia también han salido progresivamente del confinamiento para activar a sus jugadores de forma individualizada, siguiendo el protocolo del Consejo Superior de Deportes (CSD) que ha desatado las dudas y críticas de los sindicatos de deportistas.
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En Málaga, los jugadores, técnicos y familiares han sido sometidos al test serológico de detección de coronavirus en las instalaciones de Los Guindos. El protocolo que va a regir la vuelta progresiva a la actividad establece tres fases, que se ajustarán a la programación de desescalada. En esta primera fase de entrenamientos individuales, los jugadores acudieron en grupos de tres o cuatro para trabajar en media pista cada uno, de uno en uno, haciendo entrenamiento físico o de tiro, en una canasta y con un entrenador, siempre a una distancia de dos metros, respetando el distanciamiento recomendado. En las puertas de acceso al pabellón había mascarillas, guantes y gel desinfectante para los empleados y a los jugadores se les asignó de manera individual el balón, la botella de agua y la toalla que han utilizado. El acceso al gimnasio, la sala de fisioterapia o los vestuarios aún está restringido.
En la siguiente fase, los entrenamientos serán en grupos reducidos pudiendo coincidir un máximo cuatro jugadores en la misma pista y un total de ocho jugadores en el pabellón, que vendrán cambiados de casa y se ducharán cada grupo en un vestuario previamente asignado. El proceso concluirá con los entrenamientos colectivos.
En Andorra, los entrenamientos individuales programados por el club también han comenzado este lunes para la mitad de la plantilla, seis jugadores. La otra mitad repetirá este martes el protocolo. Tan solo David Walker, en Estados Unidos, y Bandja Sy, en Belgrado, donde quedó confinado cuando acudió al nacimiento de su hija, están fuera del Principado. Alexis Bartolomé y Hugo Bartolomé, primos y canteranos del club, completarán el cupo de 12. Los técnicos que les acompañan en las prácticas tienen muy marcada la mencionada distancia de seguridad de dos metros con los jugadores y llevan por norma mascarilla y guantes. Entre un jugador y el siguiente se dejan 20 minutos de margen para limpiar y desinfectar el material y las instalaciones. Cada jugador dispone de una silla y un balón para la práctica, que igualmente se limpia al acabar. En todos los casos, el trabajo de desinfección superó, en tiempo y recursos, al de la actividad física de los deportistas.
El Morabanc se rige por la legislación andorrana pero, por lo que al protocolo de actuación se refiere, está siguiendo las condiciones requeridas por el Consejo Superior de Deportes. Podrían activar a dos jugadores a la vez, uno cada media pista, pero de momento han comenzado de uno en uno y alternando días. Todos los miembros de la plantilla pasaron tets rápidos de coronavirus y todos dieron negativo después de los 15 minutos de espera. Esos tets tienen que ver con una estrategia de las autoridades andorranas que han adquirido 150.000 para realizar la prueba a toda la población (unos 80.000 habitantes según datos de 2018). Un pequeño pinchazo en un dedo que se está haciendo a los ciudadanos en los puestos autorizados sin bajarse de su vehículo.
En Valencia, contando con la amplitud y modernidad de las instalaciones de L’Alquería (con nueve pistas interiores, cuatro exteriores y con sus respectivos vestuarios) los jugadores taronjas se han sometido a los test y pruebas físicas por la mañana y, alguno de ellos, han recuperado la sensación de lanzar a canasta con los primeros entrenamientos individuales de tiro por la tarde. La pista, las canastas y los tableros se limpiarán y desinfectarán antes y después de cada sesión de trabajo. Cada uno de los aros cuenta con una máquina de tiro con autoservicio de balones para reducir la presencia de técnicos y ayudantes. Cada jugador usará igualmente el material (balones, toallas, esterillas, conos…) de manera exclusiva y a la finalización de cada entrenamiento lo llevará directamente al vestuario que tenga asignado, donde se desinfectarán todos los elementos que haya usado durante el entrenamiento. Los banquillos de la pista han sido sustituidos por sillas. L’Alqueria del Basket cuenta con un sistema de reciclaje de aire que estará activado las 24 horas del día. Todo para intentar minimizar los riesgos.
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