Reencuentro con la naturaleza en La Donaira

Agricultura
biodinámica,
holística,
permacultura,
policultivo,
kilómetro
cero…
nuevas
palabras
para
designar
viejos
y
buenos
hábitos
que
el
hombre
ha
practicado
durante
miles
de
años
pero
que
parece
haber
olvidado
hace
un
par
de
siglos.
El
respeto
a
la
tierra,
ayudándola
solo
con
recursos
naturales
sin
violentarla
con
químicos,
y
realizar
la
siembra
y
la
cosecha
como
se
hacía
ancestralmente
teniendo
en
cuenta
la
influencia
de
los
astros,
son
los
principios
que
rigen
en

la
finca
malagueña
de
La
Donaira
.

Este
oasis
ecológico
de
más
de
700
hectáreas
entre
los
parques
naturales
de

la
Sierra
de
Grazalema

y
el
de

la
Sierra
de
las
Nieves

es
un
retiro
de
lujo;
un
lujo
que
no
se
traduce
en
oropeles
sino
en
la
autenticidad
de
cada
detalle.
Un
lugar
en
el
que
todo
está
pensado
para
dejar
que
la
naturaleza
se
equilibre,
se
autorregule,
ayudándola
a
librarse
del
estrés
de
la
sobreexplotación.
Ubicada
en
el
pequeño
municipio
malagueño
de

Montecorto
,
a
mil
metros
de
altitud,
La
Donaira
ofrece

una
excursión
de
un
día
por
su
dehesa
biodinámica

para
mostrar
que
existe
otra
forma
de
relacionarse
con
la
naturaleza
en
la
que
todos
salen
ganando.

En una huerta orgánica se cultiva todo lo que se consume en la finca.

En
una
huerta
orgánica
se
cultiva
todo
lo
que
se
consume
en
la
finca.



Dorte
Tuladhar

Un
paseo
guiado,
que
incluye
el
almuerzo,
en
el
que
los
visitantes
pueden
comprobar
cómo
funciona
este
ecosistema
en
el
que
un
equipo
multidisciplinar
de
60
personas
convive
con
90
caballos
lusitanos,
medio
centenar
de
vacas
pajunas,
rebaños
de
cabras,
de
ovejas,
gallinas
que
viven
en
libertad
y
22
colmenas
repartidas
por
toda
la
finca,
siete
de
ellas
instaladas
en
troncos
de
viejos
árboles.

La
visita
parte
del
municipio
gaditano
de

El
Gastor
,
puerta
de
entrada
de
La
Donaira
donde
hay
que
dejar
los
vehículos
ya
que
en
la
finca
no
se
permiten
los
coches
particulares,
y
se
realiza
en
todoterrenos.
El
recorrido
incluye
la
huerta
orgánica,
en
la
que
se
cultivan
todos
lo
que
se
consume
en
la
finca,
y
hace
paradas
para
ver
a
los
animales
en
sus
hábitats.
Además
de
ofrecer
en
su
picadero
un
espectáculo
de
rejoneo
para
que
se
luzcan
los
caballos
lusitanos.

En
su
terreno,
rocoso
y
ondulado,
conviven
encinas
–varias
con
más
de
500
años-
con
robles,
olivos,
almendros
y
vides
que,
desde
2005,
están
libres
de
productos
químicos.
El
proyecto
del
empresario
austriaco
que
adquirió
la
finca
en
2005
y
la
ha
ido
transformado
en
un
paraíso
para
los
amantes
de
lo
ecológico
cuenta
también
con
un
exclusivo
hotel
con
nueve
habitaciones
que
giran
en
torno
a
la
antigua
cuadra
de
la
propiedad,
de
más
de
cien
años,
y
de
la
que
se
ha
respetado
su
arquitectura
original.

El almuerzo al aire libre en el cortijo biodinámico permite degustar los productos ecológicos que se elaboran en la finca.

El
almuerzo
al
aire
libre
en
el
cortijo
biodinámico
permite
degustar
los
productos
ecológicos
que
se
elaboran
en
la
finca.



Dorte
Tuladhar

Equilibrio
entre
la
tierra,
el
hombre
y
los
animales

En
plena

Serranía
de
Ronda
,
muy
cerca
de
la
ciudad
romana
de
Acinipo,
este
lugar
ha
estado
habitado
desde
la
prehistoria
como
lo
demuestra
el
cercano

dolmen
del
Gigante
,
una
tumba
megalítica
ubicada
en
El
Gastor,
y
otro
dolmen
hallado
este
año
dentro
de
sus
límites,
aún
pendiente
de
excavar,
y
que
los
especialistas
estudian
si
tiene
relación
con
los
enterramientos
existentes
en
la
Peña
de
los
Enamorados,

en
la
vega
de
Antequera
.

Toda
la
finca
es
como
una
gran
aula
en
la
que
se
ensayan
mejores
maneras
de
hacer
las
cosas
para
restablecer
el
equilibrio
entre
la
tierra,
el
hombre
y
los
animales.
El
almuerzo
al
aire
libre
en
el
cortijo
biodinámico
permite
degustar
los
productos
ecológicos
que
se
elaboran
en
la
finca:
vino,
aceite
de
oliva
virgen
extra,
miel,
leche
de
almendras…
O
sus
frutas,
como
el
pero
de
Ronda,
una
antigua
variedad
local
de
manzana,
sus
duraznos,
albaricoques,
membrillos,
cerezas,
higos,
castañas,
ciruelas…

El
chef
sueco
Fredrik
Andersson,
uno
de
los
protagonistas
de
la
llamada
nueva
cocina
nórdica
desde
su
restaurante
Mistral,
se
ha
mudado
a
la
cocina
de
La
Donaira
y
elabora
un
menú
con
productos
de
temporada
de
su
huerta
al
que
da
un
toque
especial
con
las
hierbas
del
jardín
medicinal
en
el
que
crecen
más
de
350
variedades.
Un
lugar
mágico
a
medio
camino
entre
una
farmacia
y
un
huerto,
inspirado
en
los
que
cultivaban
los
monjes
en
la
Edad
Media.

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