Por el derecho a la cultura para todos sin exclusión

Generar
un
espacio
de
trabajo
para
que
el
ámbito
cultural
incluya
a
todo
el
tejido
social
sin
excepción,
es
decir,
aquellos
colectivos
que
no
pueden
acceder
o
participar
habitualmente
en
la
cultura.
En
resumidas
cuentas,
este
sería
el
objetivo
de
Cultura+Social.
Patricia
Blanco
ideó
este
proyecto
tras
su
experiencia
acompañando
otras
iniciativas
en
las
que
detectaba
que
el
impacto
social
de
la
cultura
podría
ser
mayor.
En
sus
palabras:
“Hay
mucho
margen
para
trabajar
de
una
manera
sistémica,
más
estructural
y
estratégica,
creando
un
escenario
de
cultura
inclusiva
desde
una
gestión
y
una
coordinación
integral”.
MÁS
INFORMACIÓN
Por
ello,
decidió
impulsarlo
desde
Adonar,
la
asociación
que
dirige,
y
presentó
su
convicción
a
una
convocatoria
de
innovación
social
del
Ayuntamiento
de
València.
La
oportunidad
le
fue
concedida.
“Empieza
a
dejar
de
ser
un
sueño
para
ser
una
realidad
en
la
Comunitat
Valenciana,
porque
ha
trascendido
las
fronteras
de
la
ciudad”,
afirma
Patricia.
Referentes
culturales,
entidades
sociales,
espacios
escénicos,
responsables
del
ámbito
público
y
medios
de
comunicación
ya
están
uniéndose
a
esta
aventura
participativa.
En
concreto,
hasta
ahora
se
han
mantenido
más
de
50
audiciones
con
todas
estas
partes
implicadas,
pero
el
proceso
no
ha
hecho
más
que
empezar.
De
hecho,
podría
decirse
que
siempre
se
mantendrá
en
construcción.
“Buscamos
generar
de
manera
colaborativa
una
estrategia
propia
de
cultura
inclusiva.
La
aplicación
de
esta
metodología
en
este
ámbito
específico
es,
hasta
donde
conocemos,
innovadora.
Se
ha
empleado
en
contextos
comunitarios
para
trabajar
fomentar
la
participación
de
diferentes
colectivos,
pero
por
primera
vez
se
está
dando
específicamente
en
el
ámbito
cultural”,
explica
Patricia
Blanco.
¿Cómo
se
materializa
Cultura+Social
exactamente?
El
proyecto
de
Cultura+Social
está
creando
un
puente
entre
agentes
culturales
y
entidades
sociales,
que
han
empezado
a
compartir
necesidades
e
inquietudes
en
dichas
audiciones.
Sin
duda,
el
vínculo
viene
facilitado
por
unos
firmes
valores
compartidos:
que
el
acceso
a
la
cultura,
en
participación
y
en
creación,
es
un
derecho
fundamental,
así
como
que
esta
tiene
el
poder
de
transformar
la
sociedad.
Las
artes
escénicas
están
sirviendo
como
punto
de
partida.
Xochitl
de
León,
quien
también
forma
parte
del
equipo
de
Adonar,
está
liderando
gran
parte
de
dichos
encuentros
de
escucha
activa.
Ella,
con
una
dilatada
trayectoria
como
gestora
y
productora
teatral,
reconoce
que
están
canalizando
una
necesidad
que
sabía
latente.
“Es
muy
interesante.
Lo
primero
que
siento
y
pienso
cuando
estamos
en
las
audiciones
es
que
una
de
las
claves
del
trabajo
es
la
comunicación.
Si
las
personas
encargadas
de
las
programaciones
escénicas
o
de
la
gestión
de
espacios
artísticos
escuchan
y
conocen
lo
que
hacen
las
entidades
sociales
y
viceversa,
generamos
un
punto
de
conocimiento
mutuo
desde
el
que
podemos
cocrear.
Por
un
lado,
facilitamos
las
herramientas
para
que
las
entidades
sociales
puedan
usar
las
actividades
culturales
como
recurso
para
mejorar
la
vida
y
salud
de
las
personas.
Por
otro,
las
entidades
culturales
encuentran
el
modo
de
acercar
sus
propuestas
a
otras
audiencias
y
de
fomentar
la
convivencia
que
facilita
la
inclusión”,
argumenta
Xochitl.
Tomar
conciencia
de
los
beneficios
que
la
transversalidad
entre
sectores
reporta
es
lo
que
Xochitl
y
Patricia
han
bautizado
internamente
como
el
“momento
clic”.
Cada
vez
que
este
acontece
se
refuerzan
los
cimientos
de
Cultura+Social,
ese
puente
que
ya
está
cobrando
forma
en
más
sentidos.
Porque
las
relaciones
que
se
están
estableciendo
y
la
información
recogida
en
las
audiciones
sirven
para
generar
un
estudio-diagnóstico
con
el
que
trabajar
un
plan
estratégico
a
años
vista.
“Estamos
alimentado
el
debate
para
llegar
a
consensuar
un
marco
teórico
sobre
cultura
inclusiva
que
todos
los
actores
clave
del
territorio
reconozcan.
El
hecho
de
crearlo
de
abajo
hacia
arriba
permitirá
que
perdure.
En
paralelo,
y
para
que
sea
sólido,
desarrollamos
también
la
línea
de
sensibilización,
para
que
la
ciudadanía
reconozca,
reivindique
y
se
sienta
orgullosa
de
una
cultura
inclusiva”,
matiza
Patricia.
¿Por
qué
es
importante
el
puente
de
Cultura+Social?
Desde
Adonar
reiteran
por
experiencia
que
la
cultura
inclusiva
mejora
la
cohesión
y
la
resiliencia
de
la
sociedad.
Tanto
Patricia
como
Xochitl
lo
han
vivido
en
primera
persona
a
través
de
diferentes
proyectos.
Pero,
además,
saben
de
iniciativas
consolidadas
en
diferentes
países
que
así
lo
demuestran.
Sería
el
caso
de,
por
ejemplo,
MA
scéne
nationale,
que
organiza
un
festival
en
el
que
artistas
de
diferentes
disciplinas
experimentan
propuestas
de
creación
con
el
alumnado
de
un
municipio,
de
manera
que
jóvenes
con
movilidad
reducida
o
migrantes
participan
en
la
producción
teatral.
“Escriben,
decoran,
ensayan
y
se
resignifican,
porque
dejan
de
ser
solo
personas
recién
llegadas
o
problemáticas
o
de
malas
notas.
Su
entorno
más
cercano
les
ve
en
otro
perfil:
el
creativo.
Las
familias
acuden
al
teatro
a
ver
a
sus
hijas
e
hijos
en
un
contexto
profesional”,
comenta
Xochitl.
Lo
primero
que
pienso
cuando
estamos
en
las
audiciones
es
que
una
de
las
claves
del
trabajo
es
la
comunicación
Xochitl
de
León,
equipo
de
Adonar
Otra
referencia
podría
ser
la
etiqueta
que
se
concede
en
Suiza
a
los
espacios
artísticos
que
practican
una
cultura
inclusiva
por
la
accesibilidad
de
sus
instalaciones,
el
contenido
de
sus
programaciones,
el
precio
de
las
entradas,
etcétera.
Más
cerca,
destacaría
Apropa
Cultura
en
Catalunya,
una
plataforma
que
acerca
las
actividades
de
teatros,
museos,
auditorios
o
festivales
a
las
personas
en
situación
de
exclusión
social.
“Es
muy
bonito
ver
cómo
funciona
una
herramienta
que
usan
al
mismo
tiempo
entidades
sociales
y
culturales
para
cumplir
sus
objetivos
y
que
beneficia
a
las
personas
más
vulnerables
de
nuestra
sociedad”,
apunta
Xochitl.
En
definitiva,
Cultura+Social
pasa
a
ampliar
esta
lista,
ya
que
también
aspira
a
extender
y
consolidar
la
cultura
inclusiva.
Patricia
y
Xochitl
insisten
en
que
las
buenas
prácticas
e
intenciones
no
faltan
en
la
Comunitat
Valenciana,
pero
se
precisa
una
plataforma
que
las
identifique
y,
así,
se
potencien,
por
eso
ellas
han
decidido
actuar
como
facilitadoras
y
proponen
un
proceso
totalmente
participativo
y
en
crecimiento
constante
como
metodología.
“Cultura+Social
ya
es
una
red
de
entidades
y
de
profesionales
de
ambos
ámbitos
que
estamos
trabajando
para
que
el
derecho
a
la
cultura
pueda
ser
ejercido
por
todas
las
personas
sin
excepción”,
concluye
Patricia.